La
selección de Paraguay indígena se consagró campeón de la copa indoamericana disputado
en Chile, al vencer a su par de Colombia por 1 a 0.
El combinado paraguayo no solo venció a
Colombia, también le dio una lección a los que discriminan en todos los
sectores a las comunidades indígenas.
El choque ante Colombia le valió para
lograr la ansiada presea, pero la lucha contra la discriminación y los reclamos
de sus legítimos derechos, aún están en juego hace más de 500 años.
Basta con meterse tierra adentro para
entender las pesimas condiciones en que viven los nativos. "Che ningo,
ojapo 7 años ma la oñeprometehague cheve la ayudomi, pero koagaitepeve ndo ñe
cumpliri", decía uno de los que resguardaba la seguridad en aquel entonces
cuando habíamos visitado la comunidad de Lolita, unos 400 km hacia el Chaco.
Esta selección dejó en alto el nombre de
Paraguay por demostrar, no solo la valía en términos futbolísticos, sino
también por no resignarse ante las negativas respuestas, a sus eternos reclamos
sobre la expulsión de sus parientes y miembros de las comunidades de donde
habitan por mantenerse unidos para consolidar la solidaridad ante la falta de
alimentos para mantenerse con energía para las prácticas.
El talento y la destreza física es un
reflejo del sacrificio diario que realizan en sus labores del campo.
Todo esto fue una motivación que también se plasmó en la final.
Lo que dice la Federación por la Autodeterminación de los pueblos Indígenas
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